domingo, abril 24, 2005

Lo efímero

Hay veces en que algunos pobres mortales tomamos conciencia de lo efímero de todo lo que hay aquí, en el mundo, ese es el día en que yo creo que abrimos los ojos de verdad, es decir, no creo que los ojos se abran por primera vez al salir del vientre materno, sino que se abren en ese momento de descubrimiento y los abrimos, simultáneamente al dolor y al sufrimiento. Hay algunos que en toda una vida no llegan a abrir sus ojos, son aquellas personas a las que miramos hasta con un poco de envidia por esa vida feliz que llevan en la ignorancia.
Cuando uno entiende el sentido cruel de los finales que rodean todo, para justificar así el significado de efímero, las cosas tiende a perder sentido y la vida se torna pesada, densa y nada llega a satisfacernos hasta las fibras más profundas de nuestro ser, porque, para qué. Parados en este punto de comprensión muchos toman el camino más fácil, la muerte y como Kurt Cobain, se suicidan. Otros, quizás los más valerosos, decidimos que algún sentido tiene que tener el estar aquí y que mejor aprender, mejor pasar el mal trago de una y como dijo Sartre "trataremos de ganar la guerra a fuerza de perder batallas", a fuerza de sufrir y sufrir, intentar ser feliz, a fuerza de caídas y caídas, resucitar y vivir, y como hoy estoy parafraseadora, como dijo Almafuerte "cien veces te caes, cien veces te levantas". El vivir es difícil, y las alegrías son leves, pero no queda otra. Hoy me siento feliz y no sé cuanto durarán las cosas en mi vida. El único miedo que tengo es al sufrimiento, físico y emocional, miedo a sentir dolor, a sentir dolores tan fuerte que ya no quiera vivir. Pero como no me queda otra y sé que no estoy sola en este sufrir, vivo y de puro cabeza dura intento cosas riesgosas como una pareja.

Escribo porque tengo la vagancia en la boca.