Emoción
Los otros días estaba recordando mi viaje al sur para ver los animalitos que nunca quise ir a ver a un acuarium, y que puedo decir llenándome de orgullo.
Nunca había sentido tanta emoción, nunca se me habían caído lágrimas de emoción, conocí esa sensación recién ahí, al ver la grandeza y la paz de las ballenas, la alegría y los jugueteos de los delfines y sobretodo de las toninas, que son más amigables y sociables y se acercaron a la lancha a chusmearnos y jugar con la estela que dejábamos en el mar. En fin, quien sabe si algua vez podré volver. Recuerdo que en ese momento pensé en empezar a ahorrar para poder, en el futuro llevar a mis hijos allí para que jamás tengan que verlos humillados en un acuarium. Espero poder hacerlo.